Una solución de avanzada para la remediación de suelos.

Artículo publicado en el sitio e-petroquímica.com.ar acerca de la utilización de la tunelería horizontal dirigida para la remediación de suelos.

Además de los beneficios que reporta para la instalación de redes subterráneas, la tunelería horizontal dirigida permite remediar suelos con mayor rapidez y eficacia que los sistemas verticales y a un menor costo. Desde Protunel, la empresa pionera en la aplicación de la modalidad en la Argentina, aseguran que pronto llegará el momento en que todas las empresas del segmento hidrocarburífero adoptarán su uso para mitigar los efectos de la contaminación.

Surgida en 1995 como un desprendimiento de la firma Intermac, que en la Argentina tiene la representación exclusiva de Ditch Witch, una de las primeras empresas zanjadoras del mundo, Protunel supo acuñar un fuerte prestigio en materia de tunelería guiada, una especialidad considerada imprescindible en los países más desarrollados del mundo para la instalación de redes subterráneas.

Entre otras aplicaciones de relevancia, la modalidad permitió a la compañía llevar a cabo innumerables cruces para el tendido de servicios de agua, luz, gas y teléfono por debajo de varias autopistas, optimizar algunos sistemas cloacales en los ríos Paraná y Luján, resguardar las cañerías de grandes yacimientos en la Cuenca Neuquina y drenar el agua de varias formaciones de tierra para evitar su desplazamiento. Sin embargo, la principal aplicación de la especialidad a nivel mundial, la remediación de suelos contaminados, todavía no ha cobrado mayor impulso en nuestro país, aun cuando representa una solución de alta y probada efectividad. De ahí que la empresa se encuentre promoviendo su uso, sobre todo en operaciones de explotación de hidrocarburos y en estaciones de servicio, donde los tanques suelen presentar pérdidas y acumular gases. “Antiguamente se hacían perforaciones verticales y se colocaban bombas a la profundidad de la pluma de contaminación. Pero a partir de la publicación del green book de Ditch Witch, donde se estudia en detalle esta problemática, se descubrió que la contaminación que generan los hidrocarburos es horizontal. De ahí que en este terreno la tunelería sea la solución ideal, ya que permite instalar un caño por toda la franja de contaminación y, por medio de bombas o bioremediación, llegar al núcleo del problema”, comenta Julio Alessandro, gerente de Protunel.

Según explica el directivo, con perforaciones verticales se logra una remediación del suelo de un 60% en 10 años, mientras que con sistemas horizontales se obtiene casi un 80% en tan sólo tres años. Esto se traduce en una considerable diferencia de costos, ya que en el primer caso es preciso realizar varias perforaciones y colocar una bomba por cada una de ellas, mientras que en el segundo es suficiente una sola perforación para adentrarse en la napa.

El sistema

La tunelería horizontal dirigida involucra equipos que trabajan desde la superficie a través de una serie de barras huecas de entre 3 y 4,5 metros de longitud que se van enroscando unas a otras formando un tren. Este sistema cuenta con una cabeza de perforación en cuyo interior hay un emisor de señal, que se detecta desde el exterior mediante un equipo de radiocontrol y permite evaluar no sólo la orientación de la excavación sino también la profundidad, la inclinación, los desvíos y la temperatura de la mecha. Así, es posible realizar el túnel por debajo del obstáculo (autopista, río, yacimiento, estación de servicio, ferrocarril, subte, etc.) y salir del otro lado sin necesidad de dañar la superficie.

A medida que las barras van perforando, desde el camión al cual está conectado el equipo se inyectan diferentes fluidos, según el suelo del que se trate. De esta forma, si hablamos de una superficie arcillosa, se coloca un polímero que encapsula la arcilla para que no se esponje, mientras que si se trata de un suelo arenoso se suele trabajar con bentonita.

Por otro lado, mediante el uso de expansores (conocidos como back reamers) se agranda el túnel al diámetro deseado (entre una y dos pulgadas mayor al caño a instalar), y se coloca un accesorio llamado swivel que permite que el tren de barras gire junto con el expansor mientras la cañería avanza sin rotar.

El caño más grande instalado por Protunel tuvo lugar en el esquema cloacal del Río Paraná para una UTE de Benito Roggio y Hugo Elozi, que alcanzó 1,57 metros de diámetro en acero. También colocó otro de polietileno de 1,40 metros para Autopistas del Sol e instaló un túnel de 389 metros de largo por debajo del Río Luján para el Náutico San Isidro, que permitió unirlo con la Isla Nazar Anchorena.

Asimismo, la empresa realizó numerosos cruces en estaciones de servicio sobre la Avenida General Paz y en la localidad de Campana, llevó a cabo una obra muy importante en el yacimiento Centenario (Neuquén) para Perez Companc, donde instaló cañerías a 45 grados dentro de la barda para evitar que los aluviones arrastraran los caños, y recientemente fue designada por AT&T para encarar, junto con Siemens, una fuerte remodelación subterránea en el centro de la Capital Federal.

Una obra modelo

Durante el año pasado y parte del presente, Protunel concretó uno de sus trabajos más importantes: la estabilización de las barrancas del Río Paraná en la ciudad de Diamante, Entre Ríos, a través de un sistema de drenaje horizontal por gravedad.

En este caso, la seguridad de llegar a buen puerto para extraer el agua acumulada en las barrancas, que históricamente dio lugar a un desplazamiento continuo de las tierras, surgió de un sencillo análisis por parte de los responsables de la empresa: si es posible remediar suelos con petróleo, también lo es sacar agua, ya que es mucho más liviana. Así fue como idearon un sistema de cañería doble ranurada, que actualmente permite eliminar entre 350 y 360 mil litros de agua por día sin necesidad de utilizar bombas, ya que trabaja por pendiente; por gravedad. De esta forma, cada vez que llueve, el sistema se recarga y se vuelve a generar.

El éxito del emprendimiento, cuyo costo superó los 6,5 millones de pesos y fue financiado por el Banco Mundial (72%) y el Gobierno de Entre Ríos (28%), fue rotundo: en los sectores donde ya se ha sacado el agua, el suelo se asentó entre 8 y 20 centímetros.

Para esta obra la firma trajo de EE.UU. un equipo Vermeer Navigator D33x44 ( 33.000 libras de potencia de tiro), así como un sistema de detección único en la Argentina en el cual el cableado va por adentro de la barra hasta la cabeza de perforación y permite lecturas en el display del operador de hasta 30 metros de profundidad.

“Lamentablemente, en nuestro país, en casos similares todavía se siguen aplicando soluciones antiguas tales como colocar muros, protecciones o zanjas drenantes, con un costo mucho mayor”, asegura Alessandro.

Un buen complemento

En 2002 Protunel se disponía a traer al país un nuevo equipo Ditch Witch denominado Match One, con barra doble (una percute y la otra perfora), para trabajar en piedra o roca. Sin embargo, las empresas locales abocadas a la extracción de hidrocarburos no mostraron gran interés y la operación quedó sin efecto. De ahí que actualmente la firma se dedique a atender a empresas de servicios públicos a través de los subcontratistas que realizan actividades de tendido y zanjeo, y haya realizado trabajos para Edenor, Edesur, Edelap, Gas Natural Ban, Metrogas, Litoral Gas, Aguas Argentinas, Aguas Bonaerenses, Telecom, Telefónica y Techtel, entre otras compañías de peso.

“En algún momento el Gobierno tendrá que hacer un ajuste de tarifas, ya que las empresas del sector energético están endeudadas en un dólar de tres a uno y no pueden siquiera realizar el mantenimiento de sus redes”, admite el ejecutivo. “Cuando esto ocurra, seguramente exigirá inversiones a cambio con vistas a generar empleo y un mayor consumo. Si esas condiciones se dan, aquellas empresas que queden en el país tendrán que volver a invertir. Ese será nuestro momento y vamos a aprovecharlo”.

A pesar de que la tunelería tiene plena vigencia en el mundo desde hace más de 25 años, en la Argentina no es una especialidad del todo conocida. En el pasado, las cargas de las barras se realizaban en forma manual, pero hoy las máquinas están totalmente automatizadas y ante cualquier desperfecto es posible conectar una laptop a un teléfono celular y comunicarse con EE.UU. para detectar el origen del problema y repararlo. Eso la convierte en una herramienta indispensable. “La tunelería no es la panacea, ya que no puede competir en la instalación de una cañería donde la superficie es tierra; en ese caso es mucho más fácil hacer una zanja. Pero obviamente se trata de un sistema mucho más barato que romper el pavimento para hacer un tendido de gas y alimentar una estación de servicio. En ese sentido, podría decirse que resulta un buen apoyo y complemento de obras tradicionales”, concluye el directivo.